Todos
algunas vez hemos oído hablar en alguna ocasión de la dietas
milagrosas o yo-yo como la de la alcachofa, la dieta de la sandía e
incluso, la de la uva,etc,etc.. Todas ellas son milagrosas para
perder peso, pero realmente, ¿en qué consisten?, ¿cuál es el
"truco" de las mismas?
Las
denominadas “dietas milagro” son aquellas que prometen una
pérdida de peso rápida y con poco esfuerzo.Pero que no responden a
ningún fundamento nutricional y/o científico. Debido a creencias
populares, este tipo de dietas aconsejan la ingesta de algunos
alimentos de manera equivocada. Estas dietas contienen una escasa
ingesta de energía, lo que puede producir alteraciones en el
metabolismo,por no decir que si se practica algún tipo de deporte,no
se puede realizar bajo esas dietas.
Además,
esto puede acarrear una deficiencia de vitaminas y minerales, debido
a una alimentación desequilibrada. Producen efectos psicológicos
negativos y trastornos en el comportamiento alimentario. Según la
AEDN (Asociación Española de Dietistas Nutricionistas), el 95% de
las personas que pierden peso con una “dieta milagro” vuelve a
recuperarlo. Se trata del denominado “efecto yo-yó” o “rebote”,
por el que, al abandonar la dieta, se recuperan más kilos de los que
se han perdido.
BÁSICAMENTE
SE PIERDE AGUA.
Pero
la pérdida de peso que se sucede al seguir estas dietas, además de
lo duras que son psicológicamente, realmente no es de grasa, sino de
líquido. En resumen, lo más probable es que tras seguirlas durante
una semana o a lo sumo dos (¿alguien aguantará más tiempo una
dieta así?), volváis a recuperar el peso perdido, a la que bebáis
y comáis con normalidad.
Eso
sin contar lo perjudicial que puede resultar para nuestro organismo
el comer durante días solamente un tipo de fruta,legumbre,etc.. ya
que nuestro cuerpo, para funcionar con normalidad y con cierta
eficacia, necesita carbohidratos, minerales, proteínas, grasas,
vitaminas, etc.
Lo
cierto es que para perder peso eficazmente, poco a poco y cuyos
efectos sean duraderos, lo más recomendable es comer hasta cinco
veces al día, (e incluso seis, si queréis ingerir algún tentempié
antes de iros a la cama), eliminar una serie de alimentos prohibidos
(normalmente, los que contienen azúcares y grasas "saturadas"),hacer
ejercicio de un modo regular y no esperar perder peso de un modo
rápido y milagroso.Lo
más importante de una dieta,es que nos conduzca hacia unos hábitos
alimenticios sanos de por vida. Si esto no se modifica, ninguna dieta
nos hará adelgazar y seremos víctimas del efecto yo-yo y de una
mala salud general. Si a unos buenos hábitos alimenticios sumamos
algo de ejercicio, el éxito para nuestra figura y nuestra salud
estará asegurado.
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