sábado, 14 de diciembre de 2013

LOS BENEFICIOS DE INCLUIR EL POLLO EN TU DIETA.


El pollo está siempre presente en los menús de dieta saludable. De digestión fácil y menos cantidad de grasas saturadas – responsable por la mayoría de los casos de complicaciones cardíacas - cuando comparado a la carne roja, el pollo es una de las mejores opciones de proteínas dentro de una alimentación sana.
El pollo  es también fuente de todos los aminoácidos esenciales, el conjunto de estos compuestos da origen a varios tipos de proteínas y enzimas. El humor, la atención y concentración, así como la calidad de sueño son algunos ejemplos de las funciones influenciadas por la presencia de los aminoácidos.

El pollo cuenta con una gran cantidad de vitaminas, sobre todo las vitaminas del complejo B, como la B2 o B12. Son esenciales para el metabolismo celular, actúan en procesos energéticos, en funciones del sistema nervioso, además de ser importantes para el estomago, intestino, piel, cabello, ojos, boca e hígado.
La vitamina B3,  también presente en el pollo, trabaja en procesos del sistema respiratorio y en la dilatación de los vasos sanguíneos. La carencia de esta vitamina en nuestro organismo puede llevar a la debilidad de los músculos, anorexia, lesiones en la piel, entre otros.
El pollo es fuente de hierro,  pese a que este mineral que combate la anemia aparezca en dosis más pequeñas que en la carne roja.
Otra gran ventaja del pollo es su rápida preparación, es un gran aliado a la dieta saludable pese a la falta de tiempo típica de la vida moderna. Es una buena opción para una cena ligera. Para garantizar sus nutrientes, la mejor forma de preparar es asado, cocido o a la plancha.
El pollo es una excelente opción para variar tu menú semanalmente y reducir el consumo de grasas. ¡Cuidado con la piel del pollo! Ella puede descontrolar los niveles de colesterol y empeorar los problemas cardiovasculares. Así que, antes de llevar la carne de pollo al fuego, retira toda la piel.