jueves, 23 de julio de 2015

LAS DIETAS MILAGROSAS NO SIRVEN PARA ADELGAZAR Y COMO RECONOCERLAS


Aunque parece paradójico, ésto es lo que se pone de relieve en la actualidad, dónde las dietas milagro abundan y aún así, las cifras de obesidad continúan creciendo en el mundo. Por eso, y por todos los efectos que las dietas milagro pueden tener en nosotros, se considera que tienen gran parte de responsabilidad en el aumento de peso de la población.
Las dietas milagro nos hacen engordar porque simplemente no producen un cambio de hábitos ni ofrecen un tratamiento sostenible en el tiempo, por lo tanto, imponen una alimentación restrictiva que culmina generando un efecto rebote importante, mayor peso corporal y aumento de grasa en el cuerpo.
Por otro lado, los expertos aseguran que las dietas milagro nos confunden y alteran la calidad de la dieta al crear mitos sobre alimentos buenos o malos. Por ejemplo, gracias a la dieta Atkins, la gente hoy cree que las pastas engordan y debido a otras tantas, la población crea asociaciones que derivan en falsos mitos alimentarios.
Los más importante es que aun confiamos en las dietas milagro para solucionar el problema cuando en realidad, han aumentado las mismas y junto a éstas, la obesidad en el mundo.
Además, mientras nos centremos en éstas, más difícil será pensar en un tratamiento sostenible, saludable y que realmente nos permita reducir la tendencia a engordar de la población.
Es necesario que todos apuntemos a modificar nuestra mirada hacia las dietas milagro, pues realmente tienen buena parte de responsabilidad en el aumento de peso creciente de la población.
Lo mejor es que antes de empezar cualquier tratamiento supervisemos que éste es posible sostenerlo a largo plazo, y con ésto, ya será suficiente para ver si se trata o no de una buena alternativa, ya que no será posible vivir un año comiendo sólo pomelo o alcachofas, por ejemplo, como así tampoco podríamos vivir sin pastas ni pan por mucho tiempo.
Las dietas milagro pueden representar un verdadero peligro para la salud y lejos de ayudarnos a adelgazar, pueden estimular un aumento de peso, por eso, te muestro cómo reconocer una dieta milagro y alejarte de ésta si quieres perder peso de manera efectiva y segura.
Algunos de los aspectos que caracterizan a una dieta milagro y que te ayudarán a reconocerla son:
  • Su título o nombre es atractivo, original y capta nuestra atención fácilmente.
  • Prometen un descenso de peso de gran magnitud, por ejemplo: puedes perder hasta 30 kg con la dieta de la piña.
  • Aseguran que la pérdida de peso será rápida, en poco tiempo.
  • Exageran sus propiedades y características usando palabras descriptivas como fabulosa, mágica, sorprendente.
  • Prometen que el adelgazamiento será sin esfuerzo, sin dejar de comer, sin necesitar actividad física, entre otros.
  • Se basan en un alimento únicamente, el cual se presenta en cada una de las comidas o a diario obligatoriamente. Por ejemplo: la dieta de la alcachofa.
  • Muestran, de manera poco explícita, un negocio. Por ejemplo: la dieta de los batidos XX que sólo nosotros podemos elaborar para adelgazar sorprendentemente.

Éstos son algunos de los rasgos que te permitirán reconocer a una dieta milagro y alejarte de ésta si no quieres tener riesgo de carencias nutricionales, de efecto rebote ni de otros potenciales daños en la salud.
Recordemos que la forma de adelgazar más segura y saludable es hacerlo de la mano de un profesional, que colabore en la modificación de hábitos para que el descenso se mantenga a lo largo del tiempo así como la buena salud. Un descenso saludable no puede lograrse de manera mágica, sino que requiere de nuestro esfuerzo y dedicación.
Hay ciertas dietas y recomendaciones dietéticas que deberían de estar prohibidas hasta decir su nombre. A continuación se detallan unas cuantas que de seguirlas puedes estar seguro que caerás en un estado no muy óptimo de salud:

  • Dietas de menos de 1500 Kcal: según los expertos en dietética una dieta menor de 1500 Kcal comienza a caer en el terreno de los défits de energía, nutrientes y vitamínicos. Difícilmente una persona gasta al día menos de esta cantidad, con lo que no caigas en este tipo de dietas, estarás privando a tu cuerpo de muchos nutrientes importantes.

  • Dietas con el eslógan: “pierde peso de forma fácil y sin esfuerzo”. Si se pudiera perder peso de manera fácil y sin esfuerzo os aseguro que en muchos hospitales seguirían esa receta y se conocería a nivel mundial. En cuestión de perder peso todo es paciencia y continuidad, lo cual conlleva cierto grado de esfuerzo.

  • Dietas que presumen que perderás peso rápidamente: la cuestión es si ese peso perdido es a base de grasa o de agua. Este tipo de dietas suelen ser a base de diuréticos que hacen que te quedes seco y en cuestión de unos días vuelvas a recuperar el peso. Recordemos que los expertos recomiendan no perder más de 1 kilogramo máximo a la semana, por tanto si te sobran 10-15 kilos, perder eso lleva su tiempo, eso sí, una vez perdidos de forma saludable despídete de ellos.

  • Dietas que se complementan con cremas, píldoras…: normalmente suele ser puro marketing, como he dicho antes, si existiera la pastilla para perder peso, se recetaría en hospitales por facultativos.

  • Dietas que suprimen algún grupo de alimentos: todos los grupos de alimentos, incluidos los grasos, son muy necesarios para el perfecto estado nutricional, la cuestión está en saber adecuar las cantidades de cada uno. Si suprimes un grupo de alimentos te estarás privando de ciertos minerales o vitaminas que no encontrarás en otro sitio.
El efecto rebote es la más temida de las consecuencias de muchas dietas, ya que si no adelgazamos a base de una modificación de hábitos, difícil será sostener la pérdida de peso. Entonces, generalmente son las dietas milagro o muy restrictivas las que producen el efecto rebote, y a continuación explicare por qué se produce y así, sabrás cómo evitarlo.
Nuestro cuerpo está preparado para preservar la vida, siempre pone en marcha recursos para sobrevivir y si nosotros lo sometemos a una dieta con muy poca comida, el cuerpo reduce el gasto calórico para limitar el uso de reservas y así, sobrevivir. Pero ésto no es todo, sino que después, cuando dejamos la dieta y comemos como lo hacíamos antes, el cuerpo toma más de lo que le ofrecemos para almacenar y prepararse ante un próximo momento de escasez, es decir, para lo próxima dieta restrictiva que realicemos.
Sabiendo ésto, es lógico que si pasamos por una dieta muy baja en calorías y después, comemos como lo hacíamos antes, el cuerpo aumenta de peso, pudiendo alcanzar hasta un peso mayor al que teníamos antes de empezar la dieta, ya que quiere asegurarse de sobrevivir gracias a las reservas suficientes, cuando vuelva aquella dieta que se le impone.
Entonces, si queremos bajar de peso sin efecto rebote, es esencial que nos alejemos de las dietas milagro o muy restrictivas, pues lejos de ayudar, perjudican al cuerpo y no nos permiten mantener la pérdida de peso lograda. Además, es necesario buscar un cambio de hábitos para tener la garantía de que estaremos cuidando la salud siempre y no volveremos a engordar.

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