Ahora
que empieza hacer frio,con las bajas temperaturas y la disminución
de las horas de luz solar, el cuerpo sufre cambios fisiológicos
debido a hormonas como la melatonina que nos aletargan y nos invitan
a quedarnos sentados. No obstante, no debemos dejar de movernos,
debemos hacer un intento por continuar con nuestros hábitos de
actividad física.
En
invierno cuesta salir de casa, sin embargo, podemos visualizar las
ventajas para ofrecer un estímulo extra: no nos sofocaremos de
calor, tendremos menos riesgo de deshidratación, podemos asistir a
un gimnasio o disfrutar de horas de sol entrenando al aire libre.
Una
buena forma de no disminuir nuestra actividad en invierno es
aprovechar deportes de temporada, como el esquí, el patinaje sobre
hielo, el snowboard, entre otros. Ya sabes no hirvernes en invierno y
tu salud lo agradecerá.
Es
en esta época del año cuando los platos de cuchara recuperan
protagonismo, y si bien muchos de ellos pueden ser muy calóricos,
con el objetivo de prevenir
el aumento de peso en invierno, debemos intentar lograr platos de
cuchara más ligeros.
Por
ejemplo: reemplazando panceta o chorizo por carnes magras, evitando
los embutidos, adicionando poca materia grasa e incluyendo en los
mismos más verduras y legumbres que poseen una baja densidad
calórica.
Si
la calefacción en nuestra casa es excesiva o si nos abrigamos
demasiado, nuestro cuerpo se esfuerza menos por lograr una termo
regulación y por ello, consume menos calorías. Si en cambio nos
abrigamos pero no en exceso y nos permitimos sentir un poco el aire
fresco de esta temporada, el organismo se esforzará en lograr una
buena temperatura corporal y esto estimulará la grasa mas facil de
quemar que es metabólicamente más activa.Una
creencia que juega en contra del mantenimiento de una dieta
equilibrada en invierno es la creencia [[[[[[de que consumir más
calorías se traduce en mayor energía. Para contrarrestar ese
aumento calórico es fundamental intensificar la actividad física,
lo que debe ajustarse a las capacidades y edad de cada persona.
Lo
importante para no caer en malas costumbres y lograr mantener el peso
en tiempos difíciles, es crear un hábito. Hay que consumir
alimentos ricos en antioxidantes y que ojalá tengan Vitamina C, como
la naranja, limón, mandarina, frutas cítricas, además los que
contengan Vitamina A, como carnes, huevos y productos lácteos, nos
ayudarán a mantener nuestra piel en buenas condiciones. Debemos
tener en cuenta, que si primero se toma la sopa nos sentiremos
saciados y no con ganas de un segundo plato de consistencia sólida
con un alto contenido de vitaminas y minerales. Y, si se ingiere un
chocolate caliente o alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares
refinados, no olvidar hacer ejercicio para quemar las calorías.
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