Hasta
el momento, no hay pócimas mágicas, medicamentos, trucos,
ampolletas, masajes o alimentos que nos hagan bajar de peso de forma
automática. Como todos los esfuerzos en la vida, el querer bajar de
peso implica tiempo, constancia y una gran fuerza de voluntad.
En
un paciente sano, la pérdida de peso se debe a un balance de
energía, el cual, es un equilibrio entre la energía consumida por
medio de los alimentos y lo que gastamos en nuestra actividad diaria
como pensar, escribir, caminar, jugar, correr, brincar o simplemente
la energía que necesita nuestro organismo para poder sobrevivir y
darle la “gasolina” a nuestros órganos vitales como evitar que
deje de latir el corazón.
En
casos de alteraciones hormonales como el hipotiroidismo, se reducirá
el metabolismo, esto es, la velocidad en la que funciona todo tu
cuerpo permitiendo guardar más energía en forma de calorías de las
que puedes gastar. Como estas alteraciones o padecimientos, existen
otras más que puedan afectar la velocidad en la que puedes disminuir
el peso corporal.
También,
es importante que sepas que el tejido adiposo que es el lugar en
donde se guarda la grasa, se ha descubierto que también es una
glándula la cual segrega hormonas que actúan en el Sistema Nervioso
y pueden alterar los centros del apetito o la saciedad. En algunas
personas aunque estén conscientes y lleven a cabo de manera exacta y
precisa un régimen alimentario siguiendo todas y cada una de las
pautas mencionadas por la Nutrióloga, el organismo no responderá a
los cambios de alimentación por lo que en estos casos será
necesario consultar al médico, quien te indicará un tratamiento
farmacológico adecuado a cada paciente que conjuntamente con la
alimentación y actividad física permitirá bajar de peso de manera
regular.
Existen
infinidad de dietas en la actualidad, son tan variadas como a la
población que van dirigidas y cabe resaltar que no todas las dietas
son para todas las personas.
Lo
que nunca se debe de hacer para perder peso es utilizar productos
como (diuréticos, laxantes, medicamentos) ya que estos perjudican la
salud. Los laxantes pueden provocar como efecto secundario diarreas,
deshidratación y mala absorción de nutrimentos. Los diuréticos
pueden provocar deshidratación, pérdida de electrolitos y daño
renal. Por último los medicamentos como las anfetaminas o los
inhibidores del apetito pueden producir irritabilidad, nerviosismo,
taquicardia, visión borrosa y algunos pueden crear dependencia.
También dentro de este rubro, podemos encontrar medicamentos que
inhiben la absorción de grasas, provoca un goteo anal de la
grasa.Tenemos que acostumbrarnos a cuidar
nuestra alimentación a base de constancia, no pretender conseguir
las cosas que no hemos hecho en años en dos meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario