Para
alimentarse de forma sana y saludable no es necesario el consumo de
carne. Aunque es un producto rico en proteínas y minerales como el
hierro, el zinc, el fósforo o el calcio, existe una gran cantidad de
personas a las que no les seduce la idea de comerla. No hay que
alarmarse: hay una gran cantidad de alimentos que pueden sustituir su
presencia en la dieta, además de aportar una cantidad similar de
nutrientes beneficiosos para el organismo. Sólo hay que conocerlos y
comenzar a incluirlos en la rutina diaria.
Frutos
secos
Los
frutos secos como las almendras, las nueces, el pistacho o los
dátiles constituyen una importante fuente de proteínas, nutrientes
y vitamina E. Consumirlos ayuda a sustituir de una manera saludable a
la carne. Además, las grasas insaturadas que contienen son muy
beneficiosas para el organismo y aportan una considerable cantidad de
fibra, lo que ayuda a estimular el movimiento intestinal. Los frutos
secos pueden ser un gran acompañante en las comidas y suponen un
compañero ideal para las salsas, los arroces y las pastas, aunque se
pueden comer solos perfectamente.
Legumbres
Otro
grupo de alimentos ricos en proteínas son las legumbres. Productos
como las lentejas, los frijoles y los guisantes presentan entre el
20% y el 25% de su peso en proteínas. Su presencia es casi
indispensable en muchos platos y pueden ser acompañantes tanto en
recetas veraniegas, como ensaladas, o el eje principal sobre el que
gire un plato de cuchara. Además de todo esto, son alimentos que
pueden conseguirse fácilmente y se cocinan en muy poco tiempo. No
suelen gozar de muy buena fama, pero lo cierto es que con ellas se
puede olvidar fácilmente a la carne y elaborar comidas deliciosas.
Huevos
Es
una de las alternativas que cualquier persona que quiera huir de la
carne debe tener en cuenta. Los huevos son una gran fuente de
proteínas y suelen ser habituales en la dieta de aquellos que acuden
al gimnasio. El único cuidado que se debe tener es el alto grado de
colesterol que genera un gran consumo de ellos, pero manteniendo un
control no hay ningún tipo de problema. Lo bueno de este producto es
la cantidad de variaciones que se pueden hacer de él para comerlo.
Delicioso en una tortilla o incluso cocido en una ensalada.
Soja
texturizada
Si
hay un tránsito indoloro para dejar de comer carne, ese debe ser la
soja texturizada. Debido a su similar textura, masticarla da la
sensación de estar comiendo carne. Su aspecto visual es parecido a
los granos de cereales, aunque se suele vender en bolsas con granos
de distintos tamaños, algo que facilita su posterior uso según los
gustos. Es habitual en la dieta de vegetarianos y veganos, y también
proporciona una gran cantidad de proteínas, lo que termina por hacer
olvidar completamente a la carne.
Cereales
o Avena
Grandes
aliados para todos los que aborrecen la dieta carnívora. Son
habituales en los desayunos, aunque también pueden ser los
protagonistas de las comidas y las cenas. Los más conocidos son el
trigo, el arroz y la avena. Tienen una gran riqueza en proteínas,
las cuales se encuentran en la masa interior del grano en cuestión.
Aunque su cantidad de proteínas sea algo inferior a la de la carne,
se puede combinar con otros alimentos como las legumbres para obtener
una gran fuente de ellas. Los cereales son la base de cualquier dieta
equilibrada.
Seitán
Se
trata de un preparado a base de gluten de trigo. Tradicionalmente se
elabora lavando una masa de harina de trigo con agua, para separar el
gluten del almidón. Hoy día este proceso se lleva a cabo
industrialmente y se puede comprar el gluten en polvo directamente.
Al seitán se le suele denominar "carne vegetal" puesto que
su aspecto es similar una vez que se ha cocinado. Su elaboración
admite variaciones según los gustos: frito, estofado y empanado
entre otros. Es un buen sustituto de la carne de origen animal por su
alto contenido en proteínas.
Tofu
Se
trata de uno de los alimentos más conocidos y más utilizados entre
los vegetarianos el cual se logra a partir de la leche de soja
fermentada y cuajada. Su sabor es muy suave y suele presentarse en
forma de queso y hamburguesas. Su alto contenido en proteínas
facilita su inclusión como uno de los ejes principales en una dieta
sin carne. Tiene muy poca grasa, por lo que además constituye un
gran producto para cualquier persona. Su consumo tiene muy en cuenta,
además, la conciencia con el entorno y el medio ambiente.
Tempeh
Es
una variante del tofu, aunque tiene algunas diferencias en su
elaboración. También es obtenido de la soja pero. por la
fermentación de sus granos y no de la leche. el alimento que se
consigue es el tempeh. Se puede adquirir en diferentes formas, tanto
en producto sólido como en crema, aunque lo más habitual es
utilizarlo cremoso para presentarlo en
canapés
como si se tratase de un paté. El aporte de proteínas también es
muy alto y, al igual que el tofu, es muy bajo en grasas. Ideal para
los que cuidan su figura.
Quinoa
Uno
de los alimentos de moda que también se puede incluir en la dieta
para olvidarse de la carne. Tiene una alta concentración de
proteínas y es un producto libre de gluten, por lo que se convierte
en una comida especialmente indicada para los celíacos. Puede
cocinarse de muchas maneras e incluirse en muchas recetas, aunque lo
más común es que forme parte de las ensaladas. Esta semilla procede
de la dieta de los guerreros incas, que aguantaban grandes temporadas
de guerra alimentándose de quinoa. Actualmente, muchos vegetarianos
la incluyen en su dieta.
Atún
Otro
de los reyes de las proteínas. Para los que quieren evitar la carne,
no hay nada más sencillo que pasarse a un alimento del mar. Su único
inconveniente es su considerable contenido en grasa, algo que se pasa
por alto teniendo en cuenta que ésta es rica en omega-3. Comparado
con otros pescados, el atún tiene una mayor presencia de vitaminas y
minerales, lo que le hace muy atractivo para aquellos que quieren,
además de olvidar la carne, hacerlo de una forma sana. Especialmente
indicado para dietas que pretendan ganar músculo.
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