Perder
peso, para verse y sentirse mejor, se ha convertido en uno de los
retos más complicados para los profesionales de la salud. Ya que
mientras ellos recomiendan un estilo de vida saludable y lo que
incluye una dieta correcta; los pacientes son bombardeados por los
medios de comunicación acerca de productos “milagrosos”. Estos
productos poco a poco han ido ganando terreno en la preferencia de
los pacientes, ya que promueven una pérdida de peso sin esfuerzos y
sin dietas restringidas.
Un
producto para bajar de peso es aquel hecho a base de hierbas,
extractos vegetales, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que
promueve la pérdida de peso, el cual no requiere contar con un
registro sanitario, además de que no pasa pruebas exhaustivas para
demostrar su eficacia, calidad y seguridad antes de ser
comercializado y su vigilancia se realiza cuando ya están en el
mercado. Entonces se podría decir que no todos los productos que
están en el mercado han demostrado su eficacia ni su seguridad, un
pequeño inconveniente ¿no? por lo tanto, nadie asegura a los
consumidores que funcionen y no les causen daños a la salud.
Según
cálculos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris) actualmente existen más de 95 productos para
bajar de peso, como malteadas, pastillas, cremas, entre otros. Estos
productos promueven una pérdida de peso rápida y sin
esfuerzos, lo cuál se vuelve muy atractivo para las personas, pero
la información acerca de sus componentes y los efectos secundarios
es muy limitada o viene en letras ilegibles.
Incluso,
aunque la información pueda leerse perfectamente, muchos de los
consumidores desconocen los nombres de los compuestos que aparecen en
la etiqueta, por lo tanto no saben de qué está hecho el producto,
aunado a esto, muchos productos se promocionan como naturales por lo
que la gente piensa que no causan ningún daño a la salud.
De
igual manera, emplean términos engañosos como “curar”,
“aliviar”, “cambiar”
y ofrecen testimonios “verídicos” de usuarios que han obtenido
los beneficios, pero acaso ¿podemos comprobar la autenticidad de
estos testimonios? Exacto ¡no podemos! y al parecer no nos interesa
tampoco, no solo se aprovechan de nuestra falta de información si no
de nuestra indiferencia.
Se
ha comprobado que el consumo de estos productos pone en riesgo la
salud, ya que la pérdida de peso
es provocada por medio de un desequilibrio metabólico, como por
ejemplo la deshidratación del cuerpo,
así el peso perdido es igual al agua eliminada y no a la grasa
quemada o pérdida, tal es el caso de la alcachofa.
Es
muy común encontrar en estos productos la leyenda “El
uso y consumo de este producto es responsabilidad de quien lo
recomienda y quien lo usa” frase que sugiere que los
productores se desentienden de toda responsabilidad sobre el uso de
estos productos, haciendo responsables a los mismos consumidores.
Los
medios de comunicación juegan un
papel muy importante, ya que son los encargados de promocionar estos
productos en info-comerciales donde personajes del mundo artístico
son los que aparecen hablando de los magníficos resultados que el
producto tiene, pero ¡ojo!, ninguno habla de cambiar el problema de
fondo que es un estilo de vida no saludable.
Parece ser que resulta más fácil y atractivo vender un estilo de
vida lleno de excesos y que sus
efectos puedan ser “curados”
por un producto “milagroso” en un abrir y cerrar de ojos, que un
estilo de vida saludable, que implique compromisos, paciencia,
autocontrol y autocuidado.
Expertos
aseguran que la opción más efectiva para bajar de peso es una dieta
correcta junto con la realización de actividad física. Una dieta
correcta, es la que está calculada con base en tus requerimientos,
estilo de vida y gustos, la que incluye los tres grupos de
alimentos y lo más importante la que no pone en riesgo tu salud. Si
bien, con una dieta correcta es más lenta la pérdida de peso, es la
única opción que te asegura hacerlo de una forma saludable así
como crear buenos hábitos de alimentación y mantener un peso
adecuado.
La
verdad es simple, no existe ningún producto milagroso que nos
ofrezca una solución mágica para deshacernos de esos kilos de más.
Ningún producto resuelve los verdaderos problemas que son los malos
hábitos alimenticios y la falta de actividad física. El creer que
algún producto va a “curarte” del sobrepeso u obesidad es como
creer que un boleto de lotería te va a ser rico.
Por
lo anterior, antes de comprar cualquiera de los productos
“milagrosos” que se venden para bajar de peso consulta un
especialista en salud que te oriente y te dé opciones saludables
para resolver tu problema. Recuerda que una dieta correcta y un poco
de ejercicio a diario,no necesita usar engaños ni prometer milagros
para resolver tu problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario