Uno
de los innumerables mitos acerca del sexo, es la creencia de que la
práctica sexual –en pareja o masturbatoria- previa a una actividad
deportiva perjudica el rendimiento físico. Es frecuente que los
entrenadores de futbolistas, boxeadores, tenistas –entre otros-
desaconsejen enérgicamente el sexo por sus efectos negativos, y lo
permitan como máximo uno o dos días antes de la competencia.
Desde
la ciencia no se ha probado una relación negativa entre el acto
sexual –incluyendo orgasmos- y la práctica deportiva. De hecho los
célebres William Masters y Virginia Johnson, personajes ilustres de
la Sexología contemporánea, afirmaron que el acto sexual no afecta
el rendimiento de los deportistas, siempre y cuando dejemos pasar
–entre el sexo y el deporte- unos… 5 minutos… es decir, el
tiempo necesario para colocarte la ropa y salir al estadio.
El
desgaste energético del acto sexual es menor, pero claro, la química
del orgasmo –especialmente la liberación de prolactina-
produce un estado de relajación que puede confundirse con
agotamiento,recuerda que el coito “consume
ente 150 y 300 calorías.
Dependiendo de la variación de las posturas adoptadas, la cantidad
de movimientos y la velocidad, y la duración del mismo. Para tener
una idea, este desgaste equivale a subir dos tramos de escalera de
unos veinte escalones a paso rápido.
En
las mujeres, los niveles de
testosterona
suben cuando tienen sexo. Pero, por desgracia, los niveles de
testosterona en los hombres bajan tras un orgasmo. Y sus músculos
tienen menos capacidad de contracción”.La testosterona se asocia a
un mayor o menor rendimiento
muscular.
Vale
la pena destacar que en el caso de quienes viven del deporte, el
esfuerzo excesivo tiene en ocasiones consecuencias negativas sobre el
deseo sexual, debido al desgaste
físico extraordinario y
la tensión
durante la competencia. En tal sentido, aún cuando no se proscribe
la actividad sexual pre-competición, los especialistas recomiendan
que ésta se lleve a cabo por lo menos ocho (8) horas antes de la
realización de la competencia.
En
la actualidad, los resultados de muchas investigaciones rigurosas
llevadas a cabo en múltiples poblaciones humanas, han permitido
establecer que el sexo: alarga la vida y, además, es un excelente
antidepresivo, es un relajante muscular, permite regular el ciclo
menstrual, eleva los niveles de estrógenos, ayuda al sistema
cardiovascular, fortalece el sistema inmunológico y que, luego de la
risa, es el principal liberador de endorfinas.
No
olvidemos que la salud sexual es parte importante para lograr una
vida plena, pero que la misma debe ejercerse con responsabilidad,
respetándonos no sólo a nosotros mismos, sino a quien comparta con
nosotros esa experiencia. La práctica de alguna actividad física es
un excelente coadyuvante para el mantenimiento de la salud sexual y,
en tal sentido, es el momento para comenzar a reconciliar la práctica
deportiva con nuestra sexualidad si es que aún no lo hemos hecho.
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