Puede
que levantes los mismos kilos, pero el cuerpo nota la diferencia.
“Cuando utilizas mancuernas, tienes que guardar el equilibrio, de
manera que los pequeños músculos estabilizadores trabajan más”.
Este
es un debate clásico en el mundo del fitness. Entras a un gimnasio y
sea cual sea tu objetivo (tonificación, hipertrofia, recuperación
de lesiones…), ¿qué eliges:
mancuernas o máquinas?.
Hay de todo, quien prefiere las máquinas por comodidad y quienes
preferimos las pesas para tener mayor control sobre el movimiento.
Los
defensores de las máquinas suelen argumentar que el músculo no
distingue si la carga proviene de un peso libre,
como son mancuernas o barra, o de un máquina diseñada para trabajar
específicamente un músculo. Pero esto no es del todo cierto.
A FAVOR DE LAS MANCUERNAS Y PESO LIBRE
Las
máquinas siguen un movimiento predeterminado, y es cierto que
trabajarán de manera muy específica un músculo, pero las
mancuernas y demás pesos libres al realizar el movimiento,
continuamente se produce un proceso de retroalimentación por el cual
músculos agonistas,
antogonistas y sinergistas trabajan en conjunto
para realizar el movimiento deseado.
En
definitiva, los pesos libres
implicarán más fibras musculares y más músculos en el trabajo con
pesas.
No es más que el factor propioceptivo, por el cuál el cuerpo
percibe posiciones de los segmentos y corrige continuamente el
movimiento. En las máquinas es difernente, sólo tienes que
preocuparte de hacer el movimiento porque este ya está acotado.
Un
ejemplo simple: cuando
realizas un ejercicio de hombros con mancuernas debes de controlar
hasta
donde bajas el peso, cuidar que el movimiento sea el correcto,
controlar la bajada. En todo este proceso además de intervenir los
deltoides, los músculos sinergistas ayudarán al movimiento del
ejercicio para que se realice adecuadamente.
En
cambio con una máquina el
movimiento está limitado y sabes que el peso no se irá hacia ningún
lado que
no sea el del movimiento preestablecido, con lo que dejas de trabajar
esos músculos sinergistas, incluso la fase excéntrica se descuida
porque se sabe que hay un tope hasta volver a iniciar el movimiento.
Otro
factor es el nervioso. El músculo, que tiene componente nervioso,
cuando se entrena establece más conexiones neuromusculares con
fibras musculares como proceso de adaptación. Como
en el entrenamiento con peso libre la solicitación muscular es mayor
se establecerán mayores conexiones y por tanto mayor ganancia de
fuerza.
En las máquinas estas conexiones también se establecerán, pero al
solicitarse menos fibras musculares serán menores y por tanto la
ganancia de fuerza también.
A FAVOR DE LAS MAQUINAS
En
el mundo del deporte nada es blanco o negro, todo tiene su término
medio y sus pros y contras. Por eso las máquinas también tienen su
lado positivo y todo dependerá de los objetivos que queramos
conseguir.
Las
máquinas son muy aconsejadas para los principiantes
en actividades de musculación-tonificación ya que pueden ir
aprendiendo de manera fácil el movimiento a seguir para el trabajo
de los diferentes músculos.
Otro
punto a su favor es la seguridad y estabilidad del movimiento.
Para los que están empezando, la falta de fuerza o errores de novato
similar no acarreará males mayores que un sonoro topetazo de los
topes de la máquina. En gente experimentada y que necesita coger
mucho peso también debe primar el factor seguridad, y las máquinas
lo tienen porque si la serie es hasta el agotamiento y no se tienen
compañero que sujeten el peso, la máquina siempre suele tener unos
límites de seguridad para interrumpir el movimiento.
Si
lo que se pretende es trabajar
un músculo de manera específica
y no se quiere que intervengan otros, las máquinas son perfectas
para esto, al aislar el músculo que se quiere trabajar y no dejar
que otros roben el protagonismo.
Si
el objetivo es ganar masa muscular debes saber que la
acción sinérgica de los músculos estabilizadores es muy importante
para ganar volumen ya que estos músculos sirven de apoyo para los
músculos más grandes que
destacan en volumen. Es lógico ya que sería como construir un
edificio sin cimientos, de esta manera no se crearán tantos
desequilibrios musculares y se evitarán lesiones musculares y
nerviosas.
CONCLUSION
En
la variedad está el gusto y siempre hay que analizar lo que uno se
propone para escoger la opción adecuada. No obstante como
un principio fundamental del entrenamiento es la variabilidad de la
práctica, es muy recomendable alternar estos dos modos de trabajo en
el gimnasio,
sobre todo si tu objetivo es el trabajo de fuerza de modo saludable.
Si lo que quieres es rendimiento y crecer a tope…eso ya es cuestión
de consultar con especialistas.
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