Por
lo general, la gente se centra en la construcción de la totalidad de
los músculos que pueden mostrar, como los bíceps, el pecho,
abdominales, etc.
Sin
embargo, la muñeca por lo general no recibe tanta atención.Cada
vez que hacemos ejercicios,
una de las partes que más se resienten son las muñecas,
ya que tienen que soportar el peso y es por ello, que muchas veces se
llevan la peor parte, porque se dañan más fácilmente de lo que
creemos.Lo primero que debes de hacer es protegerlas y evitaremos
cualquier daño, además, tenemos que ser conscientes de que, a la
hora de hacer cualquier ejercicio, tendremos que apoyarnos o hacer
fuerza en el antebrazo
o en el resto del brazo, para que ese esfuerzo se vea repartido.
En
primer ligar debemos tener presente que las muñecas en sí mismas no
se trabajan, es decir, se trata de una articulación
con una gran movilidad que está rodeada de tendones y músculos que
son los que les dan la fortaleza para aguantar la tensión. Por ello,
para evitar que nos hagamos daño en las muñecas es necesario tener
en cuenta otras partes del brazo
que son las que harán que la tensión no la soporten ellas y así
evitarán que nos las lastimemos.
Muchas
personas, con el afán de proteger la muñeca, lo que hacen es
recurrir a vendajes y
muñequeras
que mantienen sujeta la articulación y los músculos y tendones
aledaños. Esto puede ser a la larga contraproducente, y es que al
utilizar un agente que oprime constantemente la muñeca lo que
hacemos es conseguir que esta parte del cuerpo se acostumbre a esta
situación y se vuelva “vaga”, siendo mucho más vulnerable a las
lesiones y los impactos recibidos del exterior, corriendo así un
mayor riesgo de lesión.
Por
este motivo es importante que tengamos en cuenta que la muñeca se
puede dañar por una serie de factores que nada tienen que ver con un
ataque directo a esta articulación, sino que más bien son
la consecuencia de una serie de acciones que poco a poco debilitarán
la muñeca
y la pondrán en riesgo.
EJERCICIOS
BASICOS
Existen
en el mercado pelotas de goma de distinta dureza que nos van a ayudar
a ejercitar los tendones y fortalecer muñeca. Únicamente tenemos
que sujetarlas, cerrar la mano con fuerza, mantener unos pocos
segundos y volver a abrir la mano. Relajar y repetir de nuevo 10 ó
15 veces (pueden realizarse las repeticiones que se crean
convenientes en cada caso particular) en función de la resistencia
que tengamos. Este sencillo ejercicio, repetido unas cuantas veces a
lo largo del día nos proporcionará un aumento en la resistencia y
la fuerza de la articulación, ayudándonos a prevenir dolores y
cansancio prematuro.
Debemos
saber que la articulación de las muñecas está condicionada por los
tendones del antebrazo, cualquier ejercicio que los haga trabajar nos
va a servir para fortalecer muñeca. Por ejemplo sujetar pequeños
pesos y realizar rotaciones con la muñeca, llevándola a todas las
posiciones que nos permita la articulación girar en circulo.
Nunca
debemos forzar, si notamos dolor o molestias es aconsejable parar y
descansar, para prevenir lesiones.
Muchos
de nosotros solemos utilizar muñequeras
a la hora de entrenar, algo que a simple vista parece una ayuda, pero
que a la larga no lo es, pues hace que la parte de las muñecas se
debilite, pues la presión de la muñequera evita que los músculos
de esta zona trabajen y se fortalezcan, haciendo que se debiliten y
sea necesario el uso constante de estas para poder realizar el
ejercicio sin lastimarnos. Para evitar tener que utilizar muñequeras
lo que debemos hacer es fortalecer
la zona mediante ejercicios de antebrazo y de manos
a través de los que conseguiremos unas muñecas fuertes y preparadas
para afrontar cualquier rutina compleja. Junto a esto hay que
destacar que muchas veces las muñequeras se aprietan tan fuerte que
nos cortan la circulación y nos impiden conseguir un buen riego en
los músculos, llegando a quitarnos fuerza a la hora de efectuar el
ejercicio.
Evitar
cargar el empuje del ejercicio sobre ellas es esencial,
por ello debemos aprender a agarrar los diferentes aparatos del
gimnasio. Intentar concentrar la tensión en la parte del antebrazo y
el codo en vez de la muñeca es esencial si lo que queremos es evitar
que éstas se vean afectadas.
Siempre
que hagamos deportes con probabilidad
de caída
(patinaje, skate o esquí), debemos protegerlas con material
especializado.
Por el contrario, si utilizamos muñequeras para entrenar, debemo ir
quitándolas progresivamente porque generan dependencia
(tanto psíquica como anatómica).
El
calentamiento
de muñecas antes de las actividades deportivas es muy conveniente.
Se trata de preparar a la articulación para los gestos amplios y
rápidos mediante movimientos de rotación del puño respecto al
antebrazo, tensando los músculos con intensidad.
Por
último, si tenemos tendencia a que se nos “abran” las muñecas,
lo que suele ser frecuente tras el primer esguince, conviene que
hagamos ejercicios de cerrar
el puño
(con plastilina por ejemplo) para aumentar la tensión muscular y
lograr mayor grado de cohesión articular.
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