En
nuestra vida diaria y especialmente cuando realizamos con intensidad
algún ejercicio, gastamos gran cantidad de energía . El glucógeno
es una sustancia de reserva que, en el momento de ser utilizada por
el organismo, se transforma en glucosa, que es la principal fuente de
energía para nuestras células. Una dieta adecuada, o suplementos
nos ayudan a mantener una reserva adecuada de energía para la
realización de la actividad física.Se
produce fundamentalmente durante esos momentos en que la cantidad de
glucosa en las células supera a la cantidad que es necesaria para la
produccion de energía. Cuando realizamos con nuestro cuerpo
esfuerzo físico, el glucógeno muscular se degrada a glucosa a modo
de poder ser empleada como fuente de energía. Sin embargo, como
antes dijimos, las reservas son limitadas, muy limitadas y pueden
llegar a agotarse.
La velocidad con que sucede ese agotamiento de
las reservas depende de la intensidad que tenga el ejercicio que se
ha realizado y de la cantidad de glucógeno que se ha almacenado
antes de emprender el entrenamiento o la competición.
Parte
de la energía que absorbemos de la comida (hidratos de carbono) se
convierte en glicógeno que se acumula en el hígado
(glucógeno-hepático) y en los músculos (glucógeno-múscular). El
glucógeno hepático nos interesa menos en el deporte, su función es
mantener estable la glucosa en la sangre.
Nuestro organismo
obtiene de la alimentación diaria la energía y nutrientes que
necesita para funcionar correctamente cada día, pero al mismo
tiempo, dispone de sus propias reservas.
¿Cuantos
hidratos de carbono necesito?
Varía
en función de la actividad que realizes, y de la intensidad de tu
entrenamiento. Lo adecuado es consultar a un experto en nutrición
deportiva que valore con exactitud tus necesidades.
No es
recomendable utlizar suplementos que aporten hidratos de carbono si
realmente no los necesitas, ya que una de las consecuencia podría
ser un aumento de peso.
Fuentes
de hidratos de carbono
Hidratos
de carbono simples o de absorción rápida:
Son de digestión rápida, de rápida absorción y de rápida
combustión a energía. Ejemplo: glucosa o azúcar de la uva, azúcar,
miel, fruta fresca y su zumo, fruta desecada (uvas pasas, ciruelas
pasas, higos secos...), almíbar, caramelo, jalea, dulces, melaza,
chocolate y derivados, repostería, pastelería, bollería,
galletería, bebidas refrescantes azucaradas, mermeladas.
Hidratos
de carbono complejos:
Son de absorción lenta, lenta digestión y de lenta combustión a
energía. Ejemplo: pan, arroz, pasta, patatas, legumbres, cereales...
Deben ser los alimentos más abundantes en la dieta del deportista.
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