Es
obvio que todo el mundo ha oído hablar de las proteínas. Y casi
todos sabréis que es un nutriente que lo encontramos
mayoritariamente en carnes y pescados, que son necesarias para el
correcto funcionamiento de nuestro organismo etc. etc. Sin embargo si
os uno en la misma frase la palabra “proteínas” y la palabra
“gimnasio”, la concepción de las proteínas seguramente os
cambie radicalmente. Y es que,
alrededor de las salas de acondicionamiento muscular surgen
cuantiosos mitos y prejuicios acerca de las proteínas.
A
la hora de ganar masa muscular,
para unos son imprescindibles
y las toman en desmesuradas cantidades a través de la alimentación
y de suplementos. Para
otros los suplementos de proteínas no son más que “atajos”
que permiten muscular sin esfuerzo (frases típicas de esas personas
son: “yo
tomando proteínas también me pongo así”, “tomando proteínas
cualquiera”).
Pero,
¿qué
razón lleva cada parte? ¿qué dice la ciencia?. Vamos a
explicaroslo, desmontando algunos mitos:
1. Para
ganar músculo debo consumir una gran cantidad de proteínas
Es,
posiblemente, la premisa más extendida en los alrededores de un
gimnasio. “Si quieres muscular, debes comer muchas proteínas”.
Sin embargo, el aumento de masa muscular es posible sin tener que
recurrir a cantidades desorbitadas de proteína siempre y cuando el
balance de energía sea positivo (aportemos más calorías de las que
utilizamos). No
hay evidencia científica de que sea necesario un exceso de proteínas
(más de 1,6-1,8g/ kg peso) para ganar musculatura. Aportar
más cantidad de proteínas hace que el exceso de éstas se
oxide y no se utilicen para la construcción de músculo.
Siendo
así, si queremos ganar masa muscular no
tiene sentido que centremos únicamente nuestros esfuerzos en el
consumo de proteínas ya que el consumo total de energía (calorías)
también va a influir notablemente en el resultado.
Una dieta con un ingesta moderadamente hipercalórica y
un aporte de 1,6-1,8g de proteína/ kg peso/ día (entendiendo
que estas necesidades pueden variar según la modalidad deportiva, la
destrucción muscular generada, la masa muscular del atleta y los
depósitos de glucógeno) parece la mejor forma de ganar
musculatura, debido a que para un aumento en la masa muscular sería
necesaria una cantidad adicional de energía para sintetizar más
tejido muscular. Por ello, el
incremento adicional de unas 500 kcal/ día puede ayudar a aumentar
0,5 kg de peso magro por semana,
especialmente durante el comienzo de un programa de entrenamiento de
hipertrofia.
2. Es
necesario que el deportista amplie su consumo de proteínas
Si
bien es cierto que los estudios en atletas han encontrado que las
necesidades proteicas de los deportistas son superiores a
los de las personas sedentarias (ver cuadro 1), generalmente
no es necesario recurrir a tomar mayores cantidades de alimentos y/o
suplementos proteicos,
ya que, con una dieta habitual con una adecuada periodización los
requerimientos proteicos suelen verse alcanzados (Tipton
KD, 2004)
Cuadro
1. Ingestas
recomendadas de proteína (g/kg de peso corporal) para individuos
sedentarios y físicamente activos (Urdampilleta, Martínez-Sanz y
Vicente-Salar, 2010)
GRUPO DE
COLECTIVO
|
CANTIDAD
DE PROTEÍNA NECESARIA PARA TENER UN BALANCE DE NITRÓGENO
POSITIVO
(gramos x Kg peso corporal)
|
Sedentario
|
0,8
|
Físicamente
activos
|
1,0-1,4
|
Entrenamiento
de fuerza Mantenimiento
|
1,2-1,4
|
Entrenamiento
de fuerza
|
1,6-1,8
|
Ganancia
de masa muscular
|
1,7-1,8
+
Ingesta calórica positiva (400-500 kcal/ día para ganar 0,5 Kg
de músculo/ semana)
|
Entrenamiento
de resistencia
|
1,2-1,4
|
3.
Es obligatorio recurrir a suplementos de proteínas
Personalmente,
en el consumo de suplementos de proteína suelo ver dos
opiniones totalmente opuestas.
Los que creen que son la panacea y que sin su batido de proteínas no
pueden conseguir unos brazos musculados y los que piensan (quizá por
el propio desconocimiento acerca de lo que realmente es un suplemento
de proteínas) que eso no son más que “ayudas”, “trampas” o
“atajos” poco saludables para conseguir el objetivo.
Pues
bien, ni una cosa ni la otra. Algunos estudios sobre adolescentes y
ancianos que entrenan la fuerza sugieren que un aumento de la ingesta
proteica mediante suplementación puede aumentar la ganancia muscular
y otras investigaciones afirman que una cantidad adicional del
contenido proteico en la dieta en forma de suplementos de aminoácidos
o aislados de proteínas es necesaria para conseguir un rendimiento
óptimo.
Sin
embargo otras investigaciones sobre culturistas y practicantes de
fitness no han encontrado que la toma de suplementos de proteína
supongan una ventaja adicional. Por tanto, los
suplementos sí pueden ser útiles en determinadas circunstancias (se
necesite una muy rápida recuperación, no se disponga de alimentos
necesarios…)
pero no son imprescindibles. Pues
tal y como señala Kevin Tipton en el libro “From lab to kitchen”:
“No
hay evidencia suficiente que sugiera que la proteína en forma de
suplemento es superior a la ingerida como parte de los alimentos.
Las investigaciones recientes demuestran que la proteína de los
alimentos aportan respuestas anabólicas (de crecimiento muscular)
similares a las que se obtienen a partir de los suplementos de
proteínas”
Por
último, lo que es seguro es que por mucha proteína o suplementos de
proteínas que se tomen, si no se acompaña de un buen entrenamiento
de hipertrofia, las adaptaciones obtenidas serán cero. Por tanto y
por todo lo expuesto, la postura de considerar los suplementos como
“atajos” para ganar músculo (como si de ayudas
dopantes se tratara) no tiene sentido.
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