Los
tipos de hidratos de carbono que comes pueden ayudar a debilitar tu
capacidad de controlar la insulina. Los hidratos pueden ser divididos
en dos categorías básicas:
1)
Indice glucémico alto
2)
Hidratos con IG bajo.
El índice glucémico se refiere a la velocidad con que los hidratos de carbono se transforman en glucosa en la sangre..
Alimentos
con IG elevado son aquellos que pasan rápidamente para el sistema
digestivo (o sea, de digestión
rápida)
y para el flujo sanguíneo. En la medida en que esos hidratos llegan
al torrente sanguíneo tan rápidamente, acaban por aumentar los
niveles de glucosa en la sangre. Esto hace que los niveles de
insulina aumenten para que nuestro cuerpo pueda utilizar la glucosa.
Alimentos con un IG bajo son aquellos que pasan más despacio por el
sistema digestivo(absorción
lenta)
y gradualmente pasan al torrente sanguíneo, registrando niveles de
insulina más consistentes.
Por
norma, los azúcares simples como el azúcar de mesa(sacarosa)
tienen un IG elevado, mientras que la mayoría de los hidratos
complejos, como el boniato, tienen un IG bajo. No obstante, existen
algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, la fruta es rica en
frutosa, un hidrato de carbono simple, pero la
mayoría de las frutas tienen un IG bajo.
Existen
dos razones para ello. Por un lado, la mayoría de las frutas son
ricas
en fibras,
lo que retarda un poco la digestión. Además, la fructosa no puede
ser usada por los músculos como combustible. Primero, tiene que ser
convertida en glucosa por el hígado. Este proceso es lento, lo que
mantiene a la mayoría de las frutas en la categoría de los
alimentos con IG bajo, a excepción de frutas como el melón, el
plátano y la sandía que tienden a tener un IG más elevado que las
otras.
Por
otro lado, las patatas blancas contienen hidratos de carbono
complejos, pero son digeridos muy rápidamente, presentándose
entonces como hidratos complejos con alto IG. Lo mismo puede decirse
del pan blanco y de la mayoría de las variedades de arroz blanco.
En
la mayoría de las comidas, se aconseja concentrarse
en los hidratos con índice glucémico bajo.
Eso hará que los niveles de insulina se mantengan bajos, ayudando a
mantener así los niveles de energía durante el día, así como a
quemar grasas.
Varios
estudios clínicos ya han comprobado ese hecho. Una de las peores
épocas para consumir hidratos con un alto índice glicémico es el
momento que precede al entrenamiento. Durante años, muchos
culturistas ingerían hidratos con altos IG antes de entrenar, ya que
pensaban que fuese lo más acertado para obtener la energía rápida
que necesitaban. El problema fue precisamente ese, obtener energía
rápida, que se agotaba también rápidamente, quebrando así la
intensidad del entrenamiento antes de que este finalizase.
Además
de todo esto, se estaba ralentizando la quema
de grasa
durante los entrenamientos. Si consumes hidratos de carbono antes de
un entrenamiento, te aconsejamos que tomes entre 20
y 40 gramos de hidratos de carbono con IG bajo,
unos 30 minutos antes del entrenamiento, acompañados de 20g
de proteína en polvo.
Mantener
niveles de insulina bajos, puede también ayudarnos a ser más
longevos fuera del gimnasio. En experiencias con animales, la
investigación científica demostró que cuando los niveles de
insulina son mantenidos en un nivel bajo, la longevidad aumenta cerca
de un 50%.
Aunque no haya sido identificada con precisión la razón para ese
efecto contra el envejecimiento, se cree que la señal de la insulina
en las células pueda damnificarlas a lo largo del tiempo. Al
mantener los niveles de insulina bajos, disminuye también la
comunicación entre la insulina y las células, lo que da como
resultado, células más sanas y con mayor longevidad.
De
un modo general, guíese por la regla número dos. No obstante,
existen dos momentos del día en los que los hidratos con IG elevado
pueden ser ventajosos para ti. El primero de ellos son los primeros
minutos después de despertarte
(y únicamente si tu objetivo es ganar masa).
Al
despertarte, acabas de pasar un período de entre 6 y 8 horas en
ayunas. Esto hace que, naturalmente, baje tu glucógeno muscular y
hepático (la forma en la que los hidratos de carbono son almacenados
en el cuerpo). Esta quiebra de glucógeno, da orden al cuerpo de que
es necesario atacar el tejido muscular para usarlo como combustible.
Tomar
entre 20 y 40 gramos de
hidratos de carbono de digestión rápida,,
nada más salir de la cama, va a a estimular la insulina y restaurar
rápidamente los niveles de glucógeno, deteniendo también el ataque
al músculo.
Se
recomientda, por tanto, que coma fruta por la mañana. Aporta otras
ventajas, como sus propiedades antioxidantes
y otros fitoquímicos
beneficiosos.
La
razón principal por la cual las frutas tienen un IG bajo, se debe a
la fructosa, que necesita pasar por el hígado para ser procesada. No
obstante, cuando llega al hígado, alerta al cuerpo de que puede
detener la descomposición muscular. Asegúrese de que toma esos
hidratos de carbono con unos 20 a 40 gramos de proteína,
como la de suero, restaurando así la pérdida muscular que tiene
lugar durante la noche.
Por
otro lado, si está intentando maximizar la pérdidad de grasa, puede
ser mejor ignorar por completo los hidratos de carbono por la mañana.
Si es verdad que se está despertando en un estado catabólico,
también está quemando grasa debido a los niveles de glucógeno
bajos. Tomar un batido de proteína podrá ayudar a detener
la degradación muscular sin frenar demasiado la quema de grasa.
Tanto
si su objetivo es ganar masa como si es eliminar grasa, otro momento
ideal para tomar hidratos de carbono de digestión rápida sería 30
minutos después del entrenamiento.
En este momento, puede tomar entre 30 y 80 gramos de esos
carbohidratos, junto con 40 gramos de proteína en polvo. Los
hidratos con índice glucémico elevado van a estimular la insulina,
que a su vez transportará a esos mismos hidratos, así como a las
proteínas y sus aminoácidos (como la creatina) directamente hacia
los músculos.
Los
hidratos de carbono son fundamentales para restablecer rápidamente
el glucógeno muscular utilizado durante el entrenamiento. Los
aminoácidos van a aumentar el crecimiento muscular proporcionando un
nuevo aumento de insulina. Y la creatina, como ya se sabe, también
va a ayudar a estimular el crecimiento muscular. Además de todo
ello, la insulina alerta al músculo para comenzar el crecimiento
muscular y frenar su degradación.
Algunos
estudios confirman que al tomar hidratos de carbono de alto índice
glucémico junto con prteína de digestión rápida, como la de
suero, después del entrenamiento hace que los índices de insulina
se disparen para un nivel más elevado que cuando se toman únicamente
hidratos de carbono con un IG alto.
En
algunos estudios, hasta se sugiere que la
proteína de suero, podrá estimular la insulina a niveles solo
comparables al efecto que tienen los carbohidratos con IG elevado.
Eso ha llevado a muchas personas a cuestionarse si deberían usar
proteína de suero entre las comidas y antes del entrenamiento por
causa de ese pico tan elevado de insulina. ¿Perjudicará entonces la
pérdida de grasa?
La
whey
La proteína de suero parece estimular la insulina, debido,
principalmente a la cantidad de leucina que contiene, pero no parece
que perjudique la pérdida de grasa a largo plazo. Algunos estudios
demuestran que una suplementación con proteína de suero BCAAs,
o hasta solamente con leucina, ayuda a perder grasas.
Esta
suplementación también parece aumentar la sensibilidad a la
insulina, lo que ayuda a medir la eficacia con la que los receptores
de insulina reconocen la misma. Una sensibilidad elevada a la
insulina es buena, porque permite que los músculos absorban más
hidratos de carbono y, una vez que la insulina reduce el apetito,
acabará a largo plazo, por comer menos.
¿Por
lo tanto, debería preocuparse con el hecho de que la proteína de
suero estimule la insulina? No mucho. No obstante, si alcanza un
punto en el que tiene problemas para perder algunos quilos en esas
áreas más difíciles, puede entonces considerar utilizar caseína,
en particular, caseína micelar, que consiste en una proteína de
leche que no estimula los niveles de insulina del mismo modo que la
proteína de suero. Es idónea antes de los entrenamientos y en
cualquier otra altura del día en que suela tomar un batido de
proteína de suero entre las comidas.
Eso
puede ayudarle a obtener la proteína de calidad que necesita, y aun
así, mantener sus niveles de insulina bajos, le ayudará a
mantenerse en un estado optimizado de quema de grasa. Para obtener
los mejores resultados, tanto como suero de caseína, también se
pueden combinar con un suplemento post-entrenamiento,
para maximizar el crecimiento muscular.
Algunos
suplementos pueden mejorar o imitar los efectos de la insulina en las
células musculares, lo cual puede ayudarte a sacar el máximo
provecho de tu estado de crecimiento tras el entrenamiento. Un
ejemplo de esos suplementos es el ácido
alfa-lipóico (ALA).
El
ALA es un potente antioxidante que mejora la acción de la insulina
en las células musculares. Si quieres sacar el máximo partido de la
influencia de la insulina en tu crecimiento muscular, mezcla 300 a
500 mg de ALA con tus hidratos de carbono y proteína
pos-entrenamiento. Al hacer esto, fomentas la acción de la insulina
lo cual te ayudará a tener una mejor recuperación y crecimiento
después de los entrenamientos.
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