Lo de las dietas y perder peso es algo que a todos nos saca de quicio y en mayor o menor medida siempre nos ha preocupado. Dinero en el gimnasio, tiempo corriendo, sacrificios con los amigos… perder esos kilos de más no ha sido nada fácil y desde luego requieren constancia, tesón y mucho esfuerzo. Pero siempre existen algunos consejos que nos pueden hacer más fácil el proceso y desde luego acelerar la pérdida o, mejor aun, evitar que ganemos unos cuantos kilos de más.
- Prestar atención a las etiquetas: Conocer cuantas calorías ingerimos sin obsesionarnos con ello, puede llevarnos a seleccionar aquellos alimentos más saludables y recomendados para nuestra dieta. Debería ser una rutina que hiciéramos todos cuando fuésemos a la compra.
- Las proteínas mejor en compañía: después de la polémicas con las dietas en general, la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas desaconseja las dietas muy pobres en hidratos y altas en proteínas si queremos adelgazar con salud,siempre que no sea bajo la supervision de un especialista.
- La imaginación, nuestra mejor aliada contra los antojos.
- Comer lento, comer sano: si comemos rápido, se reduce la liberación de hormonas que dan saciedad. Por ello si masticamos bien la comida y nos preocupamos de degustar y no digerir o engullir, encontraremos que con la misma comida, la sensación de saciedad es mucho mayor.
- La pimienta roja, otra de nuestras aliadas: la pimienta roja de cayena o el chile en polvo, una pimienta roja especial, podría ser buena para quemar calorías y hasta reducir el apetito. A través de este estudio se pudo comprobar que media cucharadita de pimienta de cayena mezclada en los alimentos o ingerida en una cápsula, logró que personas jóvenes con un peso normal pudieran quemar alrededor de 10 calorías en 4 horas. Algo totalmente diferente de lo sucedido con aquellos que a ingirieron la misma cantidad de alimento pero sin la pimienta.
- Dormir más quema más grasas: cuando queremos adelgazar siempre es conveniente perder la mayor parte del peso a expensas de grasa y la gran ayuda viene de la mano de las horas de sueño nocturno.
- No te abrigues demasiado: parece una estupidez pero el hecho de acostumbrar al cuerpo a la situación ideal de temperatura ha hecho que éste luche menos contra los cambios de temperatura y así, reduce el gasto de calorías por termogénesis.
- Beber bastante agua :Eso sí, agua o líquidos sin calorías, nada de refrescos azucarados o batidos.
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