El
Cromo aumenta
la tolerancia de la glucosa,
de hecho forma parte del denominado Factor
de Tolerancia a la Glucosa (GTF), por
lo tanto es de esencial importancia para todas aquellas personas que
padecen de diabetes. Lo mismo sucede para los que padecen de
arterioesclerosis, niveles elevados de triglicéridos o de
colesterol. Su actividad se lleva a cabo conjuntamente con otras
sustancias que controlan el metabolismo de
la insulina y
de varias enzimas,
con la formación de ácidos
grasos,
colesterol y con el material genético de las células.
La falta de cromo depende de la cantidad mineral que contenga el agua
potable. Este mineral es difícil de absorber por nuestro organismo,
de hecho solo se absorbe el 3%.
Funciones
que desempeña:
Estas
son algunas de las funciones más importantes que el cromo realiza en
el organismo:
- Interviene activamente en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
- Ayuda a mantener nivelados el colesterol y los triglicéridos.
- Ayuda a combatir la arterioesclerosis.
- Participa en el metabolismo de los hidratos de carbono.
Riesgos de usar el cromo como complemento para adelgazar y rendir más en los entrenamientos
En
la actualidad la obsesión por perder
peso está
haciendo que muchas personas realicen verdaderas barbaridades. La
última moda que se está imponiendo entre muchas personas que
quieren adelgazar es la utilización
de cromo como adelgazante.
Esta práctica se está extendiendo como la pólvora por lo eficaz
que resulta, y por ello nos queremos detener en ella para saber los
efectos que tendrá en nuestro organismo y si realmente nos conviene
seguir un tipo de dieta de adelgazamiento de estas características.
Es
importante que sepamos que el cromo, al igual que todos los minerales
que forman parte de nuestro organismo, es necesario para el correcto
funcionamiento del mismo. Desde luego que no podemos pasar por alto
esto, pero no
debemos en ningún caso sobrepasarnos con las cantidades de este
mineral que
nos vamos a llevar a la boca. Precisamente esto es lo que sucede con
este tipo de dietas centradas en la pérdida de peso.
CONTROL DE PESO A TRAVES DEL CROMO
Antes
de nada debemos tener en cuenta que el cromo tiene un papel
importante en la asimilación y procesamiento
de los hidratos de carbono y de las grasas.
Junto a esto hay que destacar que actúa directamente en la secreción
de insulina para aprovechar al máximo la glucosa que tenemos en
sangre. Por ello el azúcar en sangre disminuye si mantenemos unos
buenos niveles de cromo en el organismo.
Este
control que el cromo ejerce sobre la glucosa es lo que hace
precisamente que nuestras
ganas de comer disminuyan,
y con ello la ingesta de alimento. Este es el primer paso para perder
peso, pues al consumir menos alimento y aprovechar mejor el azúcar
en sangre lo que conseguiremos será una reducción del peso
corporal. Pero no solo las personas que quieren adelgazar utilizan el
cromo como medio, sino que muchos
deportistas lo usan para rendir mucho más en los entrenamientos y
conseguir que el organismo desarrolle mucha más energía a la hora
de llevar a cabo las rutinas de entrenamiento.
EXCESO DE CROMO
Es
cierto que a veces una ayuda con cromo puede ser muy buena para el
organismo, pero superar la dosis recomendada diaria que está
establecida entre los cincuenta y doscientos miligramos, puede ser
muy perjudicial para el organismo. Algunos de los efectos que puede
tener en nuestro cuerpo este exceso de cromo son anemia,
fallo renal, niveles bajos de trombocitos en sangre, hemólisis o
ruptura de glóbulos rojos y problemas hepáticos.
A
través de la alimentación podemos dotar al organismo del cromo que
necesita para funcionar correctamente sin la necesidad de superar las
cantidades recomendadas por jornada solo por el afán de adelgazar o
de conseguir un mayor rendimiento en el gimnasio. Por ello es
necesario que tengamos bien controlados los alimentos ricos en este
mineral. Sobre todos vamos a destacar los
cereales,
en concreto la levadura
de cerveza,
que lo contiene en muy buenas dosis. El germen
de trigo también
lo contiene, así como el
queso o las setas.
Por ello es necesario que echemos mano de este tipo de alimentos para
conseguir los niveles adecuados de cromo para poder afrontar cada
jornada sin la necesidad de suplementos que pueden hacernos más mal
que bien.
Interacciones
con plantas y complementos.
Hierbas
y suplementos que contienen cromo
Las
hierbas que contienen cromo, tales como la cola
de caballo (Equisetum
arvense) y la cáscara sagrada (Rhamus pursiana), pueden aumentar el
riesgo de envenenamiento por cromo cuando se toman a largo plazo, o
cuando se toman con suplementos de cromo.
Hierro
El
cromo puede hacer que sea difícil para el cuerpo utilizar el hierro.
Esto podría conducir a deficiencia de hierro en algunas personas.
Pero, esto es poco probable que pase si la gente toma los suplementos
de cromo en las dosis recomendadas.
Vitamina
C
El
tomar vitamina C junto con cromo podría aumentar la cantidad de
cromo que es absorbida.
Zinc
El
usar zinc junto con cromo podría disminuir la absorción de tanto el
cromo como el zinc.
.
TOXICIDAD
Es
inusual debido a la baja absorción y a la alta tasa de excreción de
cromo, pero en altas concentraciones puede resultar tóxico.
Si
se consume en dosis seguras no debería presentar efectos
secundarios, pero existen casos en los cuales han superado estas
cifras y han presentado daño hepático, renal y de médula
ósea.
.
Requerimientos
diarios:
Las
recomendaciones específicas dependen de la edad, el sexo y otros
factores (como el embarazo). Las mujeres embarazadas o que estén
produciendo leche materna (lactantes) necesitan cantidades mayores.
Pregúntele al médico cuál es la mejor cantidad en su caso.
Para
la diabetes de tipo 2:
- 200-1000 mcg al día en dosis divididas.
- Se ha utilizado también una combinación específica que provee 600 mcg de cromo más 2 mg de biotina y que se toma una vez al día.
El
Comité de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina (Food
and Nutrition Board of the Institute of Medicine)
recomienda los siguientes consumos de cromo en la dieta:
Bebés:
- 0 a 6 meses: 0.2 microgramos por día (mcg/día)
- 7 a 12 meses: 5.5 mcg/día
Niños:
- 1 a 3 años: 11 mcg/día
- 4 a 8 años: 15 mcg/día
- Hombres de 9 a 13 años: 25 mcg/día
- Mujeres de 9 a 13 años: 21 mcg/día
Adolescentes
y adultos:
- Hombres de 14 a 50 años: 35 mcg/día
- Hombres de 51 años en adelante: 30 mcg/día
- Mujeres de 14 a 18 años: 24 mcg/día
- Mujeres de 19 a 50 años: 25 mcg/día
- Mujeres de 51 años en adelante: 20 mcg/día
.
Nutrientes
sinérgicos:
La
combinación con cualquiera de estos elementos, potencia la acción
del cromo.
Alimentos
ricos en Cromo:
Estos
son los más ricos:
Origen
animal: Carnes. Hígado
de ternera. Huevos. Mariscos. Ostras. Pechuga y muslo de
pollo.
Origen
vegetal: Aceites
vegetales. Alfalfa. Berros. Brócoli. Cebada. Cereales
integrales. Diente
de león.
Hojas
de Eucalipto. Lechuga. Levadura
de cerveza.Limón. Maíz. Manzana. Melaza. Patatas. Pomelo.
Setas.
Frutos
secos: Nueces.
Enfermedades
en las cuales su uso puede hacerse aconsejable:
Estas
son algunas de las enfermedades en las que el uso del cromo, puede
estar recomendado:
- Adelgazamiento sin causa aparente o justificada.
- Disminución de la capacidad respiratoria sin causa justificada.
- Neuropatías periféricas.
- Trastornos del crecimiento.
- Trastornos del metabolismo de los lípidos: Colesterol y/o Triglicéridos.
- Trastornos cardiovasculares.
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